Con enorme dolor, toda la Comunidad de la Universidad Miguel de Cervantes, despide a nuestro querido amigo y estudiante de derecho, Juan de Dios Cancino. Su prematura partida nos conmociona de un modo especial.
Hablar de Juan de Dios es, al mismo tiempo, hablar de la propia existencia y sentido de la Universidad Miguel de Cervantes. Porque él representa el espíritu de nuestra Universidad y aquella que la ha inspirado desde su nacimiento.
Hemos repetido muchas veces que nuestra Comunidad Cervantina, acoge y da oportunidades a quienes no las tendrán en otros espacios universitarios. En el caso de Juan de Dios, esto adquiere una dimensión y un carácter muy distintivo. Él era un trabajador-estudiante, que con esfuerzo constante lograba superar sus dificultades y conciliar aquello que eran sus prioridades. Junto con vender en las micros, en las veredas, en las calles, donde fuera y lo que fuera para sobrevivir, era capaz de cumplir sus compromisos académicos.
Pero no solo eso. Era también un ejemplo de solidaridad, de participación en todas las actividades académicas relevantes, ocupado de formarse en los cursos y diplomados de educación continua, teniendo un rol de liderazgo ante sus compañeros de escuela, a través del Centro de Alumnos y siendo ayudante del curso de Debate y Oratoria. Un verdadero ejemplo para todas y todos.
Nos hará falta su carácter afable y su capacidad ser parte de nuestras vidas con su infinita sencillez. Lamentablemente, ya no podrá ser el abogado que soñaba.
Te recordaremos siempre y para quienes somos creyentes, confiamos que Dios le tendrá reservado algo mejor.
