Compartir una bebida y un completo y celebrar, fue la consigna de los encuentros realizados entre autoridades de la Universidad, encabezados por el propio Rector Gutenberg Martínez y Vicerrectores Francisca Ortega, Mauricio Espinosa y Jorge Maldonado, y estudiantes de todas las carreras. Como cualquier celebración implicó tomarse un momento, detener las actividades por un rato y darse el tiempo de festejar un hecho importante en la gestión de la Universidad. Por que habrá un antes y un después de la Acreditación Institucional, y es en este momento cuando hay que hacer un alto para destacar el esfuerzo de todos y resaltar los éxitos alcanzados con una mirada de futuro.
Para el Rector Gutenberg Martínez la acreditación institucional significó un gran esfuerzo para la Universidad. Parafraseando al Quijote, significó una lucha contra algunos molinos de viento. Nuestro proyecto educativo apuesta por la inclusión socio-económica de quienes no han tenido las mismas oportunidades para estudiar una carrera universitaria producto de la inequidad de nuestro sistema educacional. Por otra parte, nuestra Universidad es un proyecto sin fines de lucro que cuenta con una política de créditos y becas que se financia con aporte de los socios colaboradores. Lamentablemente no todos creen que un proyecto como este sea posible. La Universidad Miguel de Cervantes apuesta por una educación de calidad con programas con alta exigencia educativa donde todos puedan estudiar. Estamos orgullosos de este logro por esta razón celebramos con nuestros académicos y estudiantes.
El Consejo Nacional de Educación otorgó a la Universidad Miguel de Cervantes, la Acreditación Institucional por dos años. Para la UMC, este hecho constituye un avance muy importante en el desarrollo de nuestro proyecto institucional. La acreditación representa un sello de calidad sobre la educación que imparte nuestra Universidad. Hay motivos para estar contentos, en primer lugar porque la acreditación institucional otorga un certificado de calidad a la gestión y formación académica, y en segundo lugar reconoce nuestra política de bienestar estudiantil y deja abierta la puerta para que, el el futuro, nuestros estudiantes postulen a beneficios otorgados por el Estado.
