“Mi relación con el arte, específicamente la escultura, comienza desde muy temprano. Niña a los 6 años en Pomaire hice figura humana. Al ver el asombro de los adultos, entendí muy inocente que por ahí había algo que me hacía sentido. Con 18 años ya en Buenos Aires busqué y encontré una maestra muy empática. Con ella, hice un camino en la cerámica gres (modelado). De ahí en adelante, no paré, buscando, investigando. Realicé cursos en el Centro de Extensión de la Universidad Católica. En fin, me defino autodidacta principalmente. Hoy la piedra me ha cautivado y la combinación de materiales me tiene jugando, componiendo…”.